Cuenco Tibetano para Yoga Buda Tara blanca

CUENCO Tibetano para Yoga Buda Tara blanca

Cuenco tibetano sonoro ornamentado hecho a mano de cobre, estaño y 8 metales nobles (Ag, Ni, Cd, Ru, Pd, Pt, Cr, Mn)

Fabricado en India

Peso gr: ±400-600

Medida cm: ±13

Nota: Todos nuestros cuencos tibetanos elaborados a mano se clasifican según su peso. El diámetro indicado es solo una referencia aproximada, pensada para ofrecer una idea general de la anchura del cuenco.

En el interior de este cuenco se encuentra una bella imagen grabada de Tara Blanca.

Composición:
Cuenco tibetano artesanal fabricado con cobre, estaño y ocho metales nobles: plata (Ag), níquel (Ni), cadmio (Cd), rutenio (Ru), paladio (Pd), platino (Pt), cromo (Cr) y manganeso (Mn).

Importante: Los mazos necesarios para hacer sonar el cuenco deben pedirse por separado.

Cuenco tibetano “Purificación Tara Blanca”

Este hermoso cuenco tibetano grabado se utiliza tradicionalmente en rituales de purificación, tanto para limpiar energías personales como para armonizar situaciones planetarias. Su energía se vincula con la Bodhisattva Tara Blanca, cuya imagen adorna el fondo del cuenco.

A través de la visualización y la recitación de su mantra sagrado, se busca alcanzar una profunda purificación y sanación, ayudando a restablecer el equilibrio tanto físico como espiritual:

Mantra de Tara Blanca:
OM TARE TUTTARE TURE MAMA AYUR PUÑE GYANA PUSHTIN KURUYE SOHA

Aunque su uso principal es espiritual y terapéutico, este cuenco también puede emplearse con cualquier otro propósito personal o meditativo.

Tara Blanca

Tara Blanca es la manifestación compasiva de la energía femenina del despertar. Representa la salud, la curación y la longevidad. Se le invoca para sanar las heridas del cuerpo y de la mente, ofreciendo protección, serenidad y bienestar. Su energía pura simboliza la luz que disuelve el sufrimiento y renueva la vitalidad interior.

El proceso artesanal de martilleado

Cada cuenco sonoro es elaborado mediante un proceso completamente manual, siguiendo antiguas técnicas tradicionales. Los artesanos martillean cuidadosamente cada pieza a mano, en un trabajo que requiere varias etapas de fundición, moldeado, calentamiento y afinado para lograr un sonido perfecto.

Primero, los metales —como cobre, acero, zinc, hierro, plomo, oro y plata— se funden en un horno, según el tipo de cuenco deseado (de bronce o de siete metales). Luego, el metal fundido se vierte en moldes para obtener piezas de distintos tamaños y pesos. Una vez solidificado, se cortan discos metálicos del grosor y diámetro requeridos.

A continuación, cuatro o cinco discos se apilan y se calientan hasta ponerse al rojo vivo. Mientras el metal está caliente y maleable, un grupo de artesanos expertos lo golpea rítmicamente para darle forma. El martilleado debe realizarse únicamente mientras el metal conserva su temperatura alta, ya que al enfriarse se endurece y puede agrietarse.

El número de golpes y la intensidad del trabajo varían según el tamaño y el diámetro del cuenco.
Cuando se alcanza la forma deseada, el proceso continúa para uniformar la pieza y perfeccionar su estructura. Posteriormente, se martillea de nuevo para afinar su tono y resonancia.

Finalmente, cada cuenco es cincelado y pulido a mano, tanto por dentro como por fuera, obteniendo así su acabado brillante y su sonido puro y armónico característico.

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